La fábrica de harinas, inaugurada en 1998, fue diseñada sobre 3 pilares fundamentales: la seguridad, la comodidad y la eficacia. Para ello se contó con la firma Bühler, líder mundial en el diseño y montaje de industrias molineras.
Haricana no ha reparado en elevar los niveles de seguridad, con el fin de garantizar tanto la calidad de los productos que procesa, como la del personal que trabaja en el interior. Está dotada de los sistemas más modernos en cuestiones de seguridad contra incendios, protección contra explosiones, impacto medioambiental, seguridad de las personas, etc.
La comodidad suele ser un aspecto poco favorecido cuando se diseña una fábrica de harinas, sin embargo, Haricana ha apostado fuerte por crear un ambiente confortable que, además, repercuta, directa o indirectamente, en una mejor producción. Factores como la climatización interior con aire húmedo y la iluminación descansada tienen gran importancia en el centro de molienda.
También en la arquitectura y distribución del centro, Haricana se ha apuntado al tren de la innovación eficaz, ubicando la fábrica en sí a partir de la sexta planta, justo encima de los depósitos de trigo, harina y subproductos, rompiendo así con el concepto tradicional de este tipo de industrias.
Durante el proceso industrial de fabricación de harina, los productos son sometidos a un estricto y continuo proceso de control de calidad, que incluye elementos como esterilizadores, para garantizar la calidad higiénica de la materia prima; control y vigilancia de la harina, mediante un proceso de medición continua on line, que controla parámetros como proteínas, humedad, absorción de agua, almidón dañado y cenizas, garantizando, en tiempo real, la calidad del producto obtenido; toma de muestras para la recogida automática de harina y su posterior análisis en el laboratorio.
La productividad o eficiencia se garantiza en un Centro de Control desde el que se controla todo el proceso de industrial, desde la recepción de la materia prima, hasta el sistema de expedición, pasando por las fases de limpieza y acondicionamiento, el proceso de molturación y cernido y la granulación de salvado, ya que todas las señales emitidas por las diversas máquinas están centralizadas en los ordenadores aquí situados. Todas estas operaciones son cuidadosamente supervisadas por los profesionales de Haricana.
Las instalaciones de Haricana han sido desarrolladas de acuerdo con los requerimientos más exigentes, destacando de entre ellos, los dos siguientes:
Todas estas características hacen de Haricana una industria segura, moderna y eficaz, respetuosa con el medio ambiente y preparada para dar respuestas satisfactorias a las necesidades futuras.